8 de diciembre de 2008

"el día de la madre"


Hay festividades con las que no ha podido en mí el mercantilismo interesado de las llamadas “grandes superficies”, aunque cuando se decidió cambiar la fecha del día de la madre sólo existían dos cadenas de grandes almacenes, que impulsaron que esa festividad se celebrara en mayo, porque en diciembre quedaba demasiado cercana a la Navidad y en primavera, excepto el día del padre, por san José, no había más fechas para incentivar el consumo con otras festividades multitudinarias.

Desde bien pequeño siempre se había felicitado a las madres el día de la Inmaculada, y así lo he seguido haciendo diciembre tras diciembre, el día 8. Me viene a la memoria como los libreros y estanqueras de aquellos años sacaban a la venta postales de la archiconocida imagen de esa Purísima de rostro infantil, de Murillo, a las que para compensar un poco las carencias de aquel tiempo de una España todavía pobre y en el que apenas se gastaba en perfumes –el recurso más habitual a día de hoy-, las adornaban con aureolas de purpurina plateada, que la mitad se quedaba en el sobre, y garabateábamos con la mejor y más cursi de nuestras letras un “felicidades en tu día con mil besos de tu hijo que te quiere”… Eran absolutamente kitch, pero lo que estaba nuestro alcance…

No es que sea convencional o tradicional; simplemente no he sucumbido a la fiebre despertada por los spots de perfumes y colonias que empiezan un mes antes a recordarnos que llega el primer domingo de mayo, como un mes antes del 19 de marzo se nos bombardea para que los padres huelan mejor, o dos meses antes, recién pasados los Reyes, a que los enamorados se regalen por San Valentín, el 14 de febrero, completando mes a mes el ciclo que han impuesto esos mercachifles para que cada mes “te obligues” a comprar. Y es que para abril, el día del libro y los reclamos para primeros comulgantes de mayo. No te olvides en junio de los miles de Juanes o Juanas, y de premiar a los niños por sus aprobados –vuelta a los anuncios de juguetes-, y en julio las rebajas que, cuando te has venido a dar cuenta, ya está la campaña de la vuelta al cole en marcha y las navidades al volver la esquina…

Nunca he sido de regalar a piñón fijo porque sea lo que manda el calendario... exceptuando los cumpleaños de quienes quiero.
Me satisface más sorprender a otros con un regalo, aunque sea un pequeño detalle sin importancia, cuando me viene en gana, sea el día que sea. Y me satisface porque me alegra ver sus caras de alegre sorpresa ante lo inesperado.

Blanca y yo, tal vez influidos por la diferencia generacional con nuestro hermano o hermanas, más pequeños –que sí pillaron la época de ese cambio-, siempre conservamos el 8 de diciembre como el día “de siempre” para sorprender a nuestra madre -que nunca se acuerda de que ya está aquí la fecha-, haciendo caso omiso de las consignas mercantiles de quienes no voy a hacer publicidad gratuita pero están en la mente de todos.

A medianoche, en cuanto dan las doce, lo primero que hago es felicitarla. Ya no tengo a Blanca para que nos pisemos la llamada telefónica a ver quien llega antes –cuántas veces llegamos a reírnos los dos de eso, de lo que nos chinchaba ver que mi madre estaba comunicando por culpa del otro-…En días así me acuerdo más especialmente de ella y de nuestras complicidades, aunque no la olvido ningún día -sin la pesadumbre de quien ha perdido sino con la alegría de lo que permanece vivo dentro de mí- desde el año en el que se fue. Pero esta noche aún menos…
No sé quién se lo habrá dicho pero mi sobrino, su hijo mayor, ha felicitado a la abuela en nombre de su madre antes de que yo lo hiciera y he vuelto a sonreír porque sigo teniendo competencia, mientras que a mi madre se le han saltado las lágrimas, según me ha dicho después, con la salida que ha tenido el crío. Mitad de añoranza de su hija, mitad de alegría por el gesto de su nieto.

Mañana comeremos juntos, pero será diferente a los otros días en los que también lo hacemos, y que no son muy frecuentes; tendrá un pequeño detalle -mi economía en estos momentos no da para mucho- y sé que será feliz sólo por el hecho de que alguien piense especialmente en ella cuando ya otros decidieron que en mayo les venía mejor para hacer negocio, sin que comprendieran que el cariño no entra en el juego de sus componendas.

© P.F.Roldán

Eddie Kilgallon:Happy Mothers Day

No hay comentarios: